Hay muchas maneras de iluminarse, de comprender, de ser feliz. La que hemos elegido nosotr@s es una fórmula que combina los ingredientes propios del yoga con otras influencias que hemos obtenido en nuestra experiencia vital.
Bailamos, cantamos, hacemos poesía con los asanas yógicos. Planeamos con el Pranayama, subimos y bajamos surfeando en el oleaje de la Consciencia...y, sobre todo, poco a poco, aprendemos a entendernos con el lenguaje del corazón. Cada vez son más las personas sencillas y tranquilas que se acercan a este lugar a trabajar en equipo. Nuestra materia prima es el mogollón de rollos que traemos en la mochila emocional, y nuestro producto final: alegría en la mirada.
Estamos en Irotz, a 3 minutos de Huarte (Pamplona). El Camino de Santiago nos atraviesa de este a oeste, y tenemos el orgullo de decir que, aunque no hemos llegado todavía a Santiago, vivimos en el Camino.
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