lunes, 3 de marzo de 2014

 
 
...en uno de los últimos talleres de Reiki III que impartí, nuestra consciencia viajó a un lugar en el tiempo donde vimos un pueblo, probablemente en el norte de Navarra, donde la gente cantaba al agua, al bosque, a las plantas...trabajaban cantando. Cada cosa, cada momento, tenían su canción. Y era bellísimo.
Una mujer a la orilla del rio le cantaba al agua mientras llenaba un odre del límpido líquido...y todo estaba vivo, lleno, presente...y nosotros felices de poder verlo, de poder recordarlo...